Textos y materiales para la reflexión

Hacemos una recopilación final de estos textos que después de siglos de exégesis e interpretaciones aún hoy son motivo de debate. Para algunos son textos claros, condenatorios de las relaciones homosexuales. Otros esgrimen textos que quieren probar que la homosexualidad era habitual y permitida ya por los profetas y próceres de la fe. Modernos o antiguos, la letra impresa en los textos de las religiones supone bandera enarbolada en las luchas más sangrientas. La interpretación de la Biblia en sus varios libros compartidos por la fe cristiana y judía, y del Corán, al lado de otros libros sagrados y leyes de las iglesias, suponen hoy en día aún el motivo principal para condenar al ostracismo la atracción natural de los hijos de Dios, por sus congéneres sexuales. ¿Son excusa perfecta para los radicales? ¿Son motivo de búsqueda necesaria para los inclusivos? Démosle una ojeada.

El Antiguo Testamento, o aquello que los judíos llaman la Torah, ha sido fuente de interpretación desde hace miles de años. En estas centurias han cambiado las costumbres, los derechos y deberes de los ciudadanos, y el mundo de una forma decisiva. No tiene nada que ver la forma de pensar de un hijita del siglo VIII a.C. con el de un catalán actual. Y la exégesis de unos textos como son los correspondientes al Antiguo Testamento era diferente a la de la Palestina de Jesucristo. Hay, como añadido, un nuevo conflicto a la hora de interpretar, y es la traducción. Las palabras usadas, a veces en traducción literal, en otras interpretación de nombres con acepciones muy diferentes ayer y hoy, dificulta a veces captar el sentido original.

Uno de los primeros textos que nos sorprende es el momento en que Noé se enfada con su hijo por aquello “que le había hecho” mientras estaba embriagado.

18 Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet; y Cam fue el padre de Canaán 19 Estos tres fueron los hijos de Noé, y de ellos se pobló toda la tierra. 20 Entonces Noé comenzó a labrar la tierra, y plantó una viña. 21 Y bebió el vino y se embriagó, y se desnudó en medio de su tienda. 22 CY Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y se lo contó a sus dos hermanos que estaban afuera. 23 Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, lo pusieron sobre sus hombros, y caminando hacia atrás cubrieron la desnudez de su padre; y sus rostros estaban vueltos, y no vieron la desnudez de su padre. 24 Cuando Noé despertó de su embriaguez, y supo lo que su hijo menor le había hecho, 25 dijo: Maldito sea Canaán; siervo de siervos será para sus hermanos. 

1Uno de los primeros textos en que se condena la supuesta homosexualidad es la descripción de los hombres de Sodoma y Gomorra, y la historia de Lot que se desarrolla en esta ciudad mítica (Gn 19, 1-29)

1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma al caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Al ver los, Lot se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra, 2 y dijo: He aquí ahora, señores míos, os ruego que entréis en la casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche y lavéis vuestros pies; entonces os levantaréis temprano y continuaréis vuestro camino. Pero ellos dijeron: No, sino que pasaremos la noche en la plaza. 3 El, sin embargo, les rogó con insistencia, y ellos fueron con él y entraron en su casa; y les preparó un banquete y coció pan sin levadura, y comieron.4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, rodearon la casa, tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin excepción 5 Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácalos para que los conozcamos.. 6 Entonces Lot salió a ellos a la entrada, y cerró la puerta tras sí, 7 y dijo: Hermanos míos, os ruego que no obréis perversamente. 8 He aquí ahora tengo dos hijas que no han conocido varón; permitidme sacarlas a vosotros y haced con ellas como mejor os parezca; pero no hagáis nada a estos hombres, pues se han amparado bajo mi techo.9 Mas ellos dijeron: ¡Hazte a un lado! Y dijeron además: Este vino como extranjero, y ya está actuando como juez; ahora te trataremos a ti peor que a ellos. Y acometieron contra Lot y estaban a punto de romper la puerta,10 pero los dos hombres extendieron la mano y metieron a Lot en la casa con ellos, y cerraron la puerta. 

1Más interpretaciones ha tenido la historia del levita que encontramos en el libro de los Jueces, y su comportamiento más bien extraño, tanto en el campo como en la ciudad. Igualmente, las palabras usadas según la traducción nos dan pie a múltiples interpretaciones.Jt 19,1-30

En aquellos días, cuando no había rey en Israel, había un levita que residía en la parte más remota de la región montañosa de Efraín, el cual tomó para sí una concubina de Belén de Judá. 2 EPero su concubina cometió adulterio contra él, y ella se fue de su lado, a la casa de su padre en Belén de Judá, y estuvo allí por espacio de cuatro meses.3 Su marido se levantó y fue tras ella para hablarle cariñosamente y hacerla volver, llevando consigo a su criado y un par de asnos. Y ella lo llevó dentro de la casa de su padre, y cuando el padre de la joven lo vio, se alegró de conocerlo. 4 EY su suegro, el padre de la joven, lo retuvo, y se quedó con él tres días. Y comieron, bebieron y se alojaron allí.5 Y al cuarto día se levantaron muy de mañana y él se preparó para irse; y el padre de la joven dijo a su yerno: Aliméntate con un bocado de pan y después os podéis ir.6 Se sentaron, pues, los dos y comieron y bebieron juntos; y el padre de la joven dijo al hombre: Te ruego que te dignes pasar la noche, y que se alegre tu corazón. […] 15 Y se desviaron allí para entrar y alojarse en Guibeá. Cuando entraron, se sentaron en la plaza de la ciudad porque nadie los llevó a su casa para pasar la noche.16 Entonces, he aquí, un anciano venía de su trabajo del campo al anochecer. Y el hombre era de la región montañosa de Efraín y se alojaba en Guibeá, pero los hombres del lugar eran benjamitas. 17 EY alzó sus ojos y vio al viajero en la plaza de la ciudad; y el anciano dijo: ¿A dónde vas y de dónde vienes? 18 Y él le dijo: Estamos pasando de Belén de Judá a la parte más remota de la región montañosa de Efraín, pues soy de allí. Fui hasta Belén de Judá, y ahora voy a mi casa, pero no hay quien me reciba en su casa. 19 Sin embargo, tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también pan y vino para mí, para tu sierva y para el joven que está con tu siervo; no nos falta nada.20 Y el anciano dijo: Paz sea contigo. Permíteme suplir todas tus necesidades; pero no pases la noche en la plaza.21 Y lo llevó a su casa y dio forraje a los asnos; y ellos se lavaron los pies, comieron y bebieron 22 Mientras ellos se alegraban, he aquí, los hombres de la ciudad, hombres perversos, rodearon la casa; y golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él.23 Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: No, hermanos míos, no os portéis tan vilmente; puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometáis esta infamia.24 Aquí está mi hija virgen y la concubina de él. Permitidme que las saque para que abuséis de ellas y hagáis con ellas lo que queráis, pero no cometáis semejante infamia contra este hombre.25 Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el levita tomó a su concubina y la trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer. 26 Cuando amanecía, la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su señor hasta que se hizo de día. 27 Al levantarse su señor por la mañana, abrió las puertas de la casa y salió para seguir su camino, y he aquí que su concubina estaba tendida a la entrada de la casa, con sus manos en el umbral. 28 Y él le dijo: Levántate y vámonos; pero ella no respondió. Entonces la recogió, y colocándola sobre el asno, el hombre se levantó y se fue a su casa. 29 Cuando entró en su casa tomó un cuchillo, y tomando a su concubina, la cortó en doce pedazos, miembro por miembro, y la envió por todo el territorio de Israel.30 Y todos los que lo veían, decían: Nada como esto jamás ha sucedido ni se ha visto desde el día en que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy. Consideradlo, tomad consejo y hablad.

Si bien las interpretaciones de estas historias tienen un fuerte contenido moral, acabamos de dar en el clavo con las leyes recogidas en el Deuteronomio (Dt 23, 17-18). En este caso no hay nada que interpretar. La prostitución, tanto femenina como masculina, es abominable. Se entiende que la prostitución masculina estaba dirigida a los propios hombres, ya que la mentalidad judía ni siquiera imaginaba que las mujeres tuvieran un servicio de prostitución masculino.

17 Ninguna de las hijas de Israel será ramera de culto pagano; tampoco ninguno de los hijos de Israel será sodomita de culto pagano.18 No traerás la paga de una ramera ni el sueldo de un perro a la casa del SEÑOR tu Dios para cualquier ofrenda votiva, porque los dos son abominación para el SEÑOR tu Dios. 

La legislación hebrea recogida en el Levítico vuelve a ser expeditiva en el caso de la homosexualidad (Lev 18,22). La Biblia de las Américas dice explícitamente:

22 `No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación. 

Y aún en Levítico 20,13

13 Si alguno se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos

Que la prostitución masculina i la homosexualidad estaban prohibidas lo vemos en el Deuteronomio y en el Levítico. Que era cosa común, lo vemos en varias narraciones, por ejemplo en el libro de Reyes (1 Re 14,22-24)


Judá hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y le provocaron a celos más que todo lo que sus padres le habían provocado con los pecados que habían hecho. 23 Porque ellos también edificaron para sí lugares altos, pilares sagrados y Aseras en toda colina alta y bajo todo árbol frondoso. 24 Hubo también en la tierra sodomitas de cultos paganos. Hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había echado delante de los hijos de Israel. 


En el Nuevo Testamento, libro sagrado por la tradición cristiana, encontramos algunos fragmentos, muchos de ellos concentrados en los Evangelios, en que se recuerdan los vicios y pecados de Somoda y Gomorra, aunque en algunos casos se dice que aún son peores otros pecados que no precisamente la sodomía practicada en aquellos poblados. Es el caso de Mt 10, 14-15

14 Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies. 15 En verdad os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad. 

E incluso en Mt 11, 23-24

Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades descenderás! Porque si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, ésta hubiera permanecido hasta hoy. 24 Sin embargo, os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti. 

En el Evangelio de Lucas, se recoge exactamente la misma idea (Lc 10,12)

12 Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. 

Y amenaza (Lc 17,29)

29 pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos. 

La moralidad judía condenaba a Sodoma, pero recordaba que un hombre, Lot, que se había avergonzado de los hombres de su pueblo que querían sodomizar los ángeles, había sido salvado. En cualquier caso, estos textos que han sido referencia de los Inquisidores de la homosexualidad durante siglos, es probable que se refieran a una actitud de perversión moral y de indignidad que no tiene nada que ver con la homosexualidad ni con ningún acto de amor entre hombres. La descripción de Sodoma, según los teólogos menos conservadores resulta la presencia del infierno en la tierra, entendiendo como infierno la ausencia de Dios, y por tanto, la ausencia de cualquier comportamiento de acuerdo con el bien y el amor.

En 2Pe 2,4-8 precisamente se refiere a esta visión más completa del pecado de Sodoma y Gomorra, que no se reducía ni mucho menos de forma exclusiva a la sodomía

Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a prisiones de oscuridad, donde están reservados para el juicio 5 Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, y trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. 6 También condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente 7 Pero libró al justo Lot, abrumado por la conducta pervertida de los malvados 8 (pues este justo, que habitaba entre ellos, afligía cada día su alma justa viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos). 

Donde es más explícito es en Judas 6-7, aunque las traducciones también juegan un flaco favor. Mientras que en la versión catalana y otras leemos “querían abusar de seres de otra naturaleza”, con lo que podemos entender desde animales a ángeles, pero nunca “de la misma naturaleza”, es decir, “hombres iguales que ellos”, en otras traducciones encontramos “fornicar, se dio a vicios contra la naturaleza y ahora sufren la pena”. El sentido es claramente diferente e incluso depende como se mire, contrario.

6 Y a los ángeles que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas para el juicio del gran día. 7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquéllos, puesto que ellas se corrompieron y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno. 

Las cartas paulinas resultan de nuevo el emblema de los conservadores para recordar los pecados de los sodomitas. En Rom 1, 18-32, Pablo hace una crítica demoledora al paganismo. Entre los pecados de los romanos, evidentemente, hay el de la sodomía. Y Pablo lo recoge como a motivo del alejamiento de Dios.

18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad; 19 porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente. 20 Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa. 21 Pues aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se volvieron necios 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. 24 Por consiguiente, Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos; 25 porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén. 26 Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza; 27 y de la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío. 28 Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen 29 estando llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos, engaños y malignidad; son chismosos,30 detractores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de lo malo, desobedientes a los padres, 31 sin entendimiento, indignos de confianza, sin amor, despiadados; 32 los cuales, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican.

Igualmente encontramos de nuevo argumentos en 1Cor 6,9-11. En algunas traducciones pone “afeminados”.

9 ¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios. 

Y nuevamente en la carta a Timoteo (1Tim 1,8-11), San Pablo sigue manteniendo su cruzada particular contra los sodomitas, igualándolos a asesinos. Aquí dice de “homosexuales”, y en otras traducciones pone “a los que yacen con niños”, o incluso “invertidos”.

8 Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente, 9 reconociendo esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para los inmorales, homosexuales, secuestradores, mentirosos, los que juran en falso, y para cualquier otra cosa que es contraria a la sana doctrina,11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado.

No todas las historias recogidas en la Biblia resultan condenas enérgicas de la homosexualidad. Mejor dicho, de la sodomía, puesto que la homosexualidad tal y como la conocemos hoy en día era entonces algo raro, poco claro, no digno de ser escrito A menudo, el hecho de que dos personas del mismo sexo se amaran, aunque fuera a través de una atracción física y sexual autocensurada, era algo autocensurado. Y en los casos en que prosperaba, la única condena posible era la sodomía, aunque no hubieran puesto en práctica nada. El lesbianismo ni se contemplaba, ni se entendía ni siquiera se imaginaba.

En el libro de Rut, sin embargo, hay una historia de amor entre Rut y su suegra que resulta extraña, por la intensidad que alcanza. La muestra de fidelidad entre Rut y Noemí contiene una promesa de fidelidad de las más conmovedoras de la Biblia (Rut 1, 16)

16 Pero Rut dijo: No insistas que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.17 Donde tú mueras, allí moriré, y allí seré sepultada. Así haga el SEÑOR conmigo, y aún peor, si algo, excepto la muerte, nos separa 18 Al ver Noemí que Rut estaba decidida a ir con ella, no le insistió más.

Y también el libro segundo de Samuel recoge la historia de David. Jonathan y Saul, un triángulo amoroso y pasional entre dos hombres, similar al de las bellas amistades del siglo XIX y próximo a las tragedias griegas donde los guerreros se amaban e idolatraban mutuamente, dormían embriagados entre pieles de oso se levaban musculados para ir todo juntos a la Guerra, después de declararse fidelidad. (2 Samuel 1,26)

26 Estoy afligido por ti, Jonatán, hermano mío; tú me has sido muy estimado. Tu amor fue para mí más maravilloso que el amor de las mujeres.

La belleza clásica de David es de nuevo explicada en 1Samuel 16,12, donde es uno de los motivos de la atracción física entre los hombres.

12 Y envió por él y lo hizo entrar. Era rubio, de ojos hermosos y bien parecido. 

Y no solo el cuerpo hace su efecto en Jonatan, sino en el uso certero de la palabra. De nuevo la lealtad entre hombres es más fuerte que una relación simple de amistad. (1 Samuel 18, 1-3)

1 Y aconteció que cuando él acabó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada al alma de David, y Jonatán lo amó como a sí mismo. 2 Y Saúl lo tomó aquel día y no lo dejó volver a casa de su padre. 3 Entonces Jonatán hizo un pacto con David, porque lo amaba como a sí mismo. 

Una relación que casi acaba siendo contractual (1 Samuel 20, 1-23, 35-43)

17 Y Jonatán hizo jurar a David otra vez a causa de su amor por él, pues le amaba como a sí mismo

Y que es un suplicio en ausencia del amado

Y el muchacho de Jonatán recogió la saeta y volvió a su señor.39 Pero el muchacho no estaba al tanto de nada; sólo Jonatán y David sabían del asunto. 40 Entonces Jonatán dio sus armas al muchacho y le dijo: Vete, lléva las a la ciudad.41 Cuando el muchacho se fue, David se levantó del lado del sur, y cayendo rostro en tierra, se postró tres veces. Y se besaron el uno al otro y lloraron juntos, pero David lloró más. 42 Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, ya que nos hemos jurado el uno al otro en el nombre del SEÑOR, diciendo: ``El SEÑOR esté entre tú y yo, y entre mi descendencia y tu descendencia para siempre. David se levantó y se fue, y Jonatán entró en la ciudad.

En el Nuevo Testamento encontramos la historia del criado del centurión de Cafarnaun, a quien su amo amaba de forma sospechosa. Ya Lucas (Lc 7) explica que era un criado a quien el centurión “amaba mucho”. Sin embargo Mateo usa la palabra griega “país” para referirse al criado, que significa “chico esclavo”, y que normalmente era un esclavo que mantenía una relación homosexual con su amo. Aquí nos podríamos preguntar porqué Jesús no condena el estilo de vida del centurión.

1 Cuando Jesús terminó todas sus palabras al pueblo que le oía, se fue a Capernaúm. 2 Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir.3 Al oír hablar de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara a su siervo. 4 Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: El centurión es digno de que le concedas esto;5 porque él ama a nuestro pueblo y fue él quien nos edificó la sinagoga. 6 Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; 7 por eso ni siquiera me consideré digno de ir a ti, tan sólo di la palabra y mi siervo será sanado. 8 Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: ``Ve, y va; y a otro: ``Ven, y viene; y a mi siervo: ``Haz esto, y lo hace 

Hay otros pasajes del Nuevo Testamento donde se habla del amor que siente o experimenta Jesús por otros hombres. Sin poner muchos ejemplos, baste Marcos 10,21, què implica este “y amó”…


¡21 Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 


Si las interpretaciones bíblicas no han sido muy favorables no han sido a favor de la homosexualidad a lo largo de los últimos dos milenios, en estos últimos años se han divulgado exégesis menos cerradas, y ha permitido nuevos puntos de vista, más inclusivos, incluso en las cartas de San Pablo. Uno de los últimos documentos que incluimos es la carta del 10 de septiembre de 1997 de los Obispos Católicos de los Estados Unidos, que recoge el testimonio pastoral siguiente:


Para San Pablo el amor es el principal don espiritual. San Juan considera que el amor es la señal segura de la presencia de Dios. Jesús propuso que es la base de los dos principales mandamientos que cumplen toda la ley y los profetas. El amor, también, es la continua historia de la vida de cada familia. El amor se puede compartir, nutrir, rechazar y algunas veces, perder. Seguir el camino del amor de Cristo es el reto al que se enfrenta cada familia hoy. Su familia ahora tiene una oportunidad para compartir y aceptar el amor. Nuestras comunidades eclesiales están también llamadas a comportarse con un grado ejemplar de amor y justicia. Nuestros hermanos y hermanas homosexuales — en realidad, todos los humanos — han sido invitados a amar responsablemente. A nuestros hermanos y hermanas homosexuales les ofrecemos una palabra final. Este mensaje es una mano abierta a sus padres y familiares que los invita a aceptar la gracia de Dios presente en sus vidas ahora y a confiar en la misericordia segura de Jesús nuestro Señor. Ahora les extendemos la mano y los invitamos a hacer lo mismo. Estamos llamados a convertirnos en un solo cuerpo, un solo espíritu, en Cristo. Nos necesitamos unos a otros porque así "creceremos de todas maneras hacia Aquel que es la Cabeza, Cristo. Él da organización y cohesión al cuerpo entero, por medio de una red de articulaciones, que son los miembros, cada uno con su actividad propia, para que el Cuerpo crezca y se construya a sí mismo en el amor" (Efe, 4:15-16). Aunque a veces se sientan desanimados, heridos o enfadados, no abandonen a sus familias, a su comunidad cristiana ni a los que los aman. En ustedes se revela el amor de Dios. Ustedes siempre serán nuestros hijos. Y recuerden “En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor (1 Jn 4,18)” 


¡La Iglesia Anglicana también se ha manifestado últimamente sobre este asunto. En la Conferencia de Manchester, del 24 de octubre del 2003, el Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, se expresaba así:


“La Iglesia Anglicana tiene el compromiso de escuchar la mayor variedad posible de experiencias, incluidas las de gays y lesbianas. Espero de verdad que conferencias y consultas como ésta ayuden a que surja la escucha mutua y la reflexión de manera constructiva, al igual que la Iglesia reflexiona sobre lo que dicen los gays y lesbianas que pertenecen a esta Iglesia” 


Dicen que Benedicto XVI no era muy moderno respecto a este tema, pero todos recordamos las palabras del nuevo Santo Padre, el argentino Francisco, quien declaraba hace poco:

“Si una persona es gay, y busca a Dios…¿quién soy yo para juzgarla?” 

Que no nos haga olvidar la lectura de los fragmentos de la Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la Atención Pastoral a las personas homosexuales, que la Congregación de la Doctrina de la Fe, siendo el Secretario el Cardenal Ratzinger, después Benedicto XVI, publicó hace unos años:

Sin embargo, en la discusión que siguió a la publicación de la Declaración, se propusieron unas interpretaciones excesivamente benévolas de la condición homosexual misma, hasta el punto de que alguno se atrevió incluso a definirla indiferente o, sin más, buena. Es necesario precisar, por el contrario, que la particular inclinación de la persona homosexual, aunque en sí no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada" “La actividad homosexual no expresa una unión complementaria capaz de transmitir la vida, y contradice la vocación a una existencia vivida en esa forma de autodonación que, según el Evangelio, es la esencia misma de la vida cristiana. Eso no significa que las personas homosexuales no sean a menudo generosas, pero cuando se empeñan en una actividad homosexual refuerzan dentro de ellas una inclinación sexual desordenada, en sí misma caracterizada por la autocomplacencia.” “Las personas homosexuales amenazan seriamente la vida y el bienestar de un gran número de personas”. 

En la ley islámica, igual que en los textos del Antiguo Testamento, que leen cristianos y judíos, encontramos varias historias de matiz diverso e interpretaciones controvertidas, si hojeamos el Corán. Esta revelación de Alá es muy explícita en su condena de la homosexualidad, ya que solo promueve las relaciones sexuales dentro del matrimonio.

Los motivos básicos para la condena de la homosexualidad, o de la sodomía recordémoslo, se desprenden de la historia de Lot. El Corán recoge este fragmento en varios momentos, refiriéndose como modelo de lo que no es moralmente aceptable. (Corán 7:80-84)


Y también enviamos a Lut [a Sodoma], quien dijo a su pueblo: ¿Cometéis una inmoralidad de la que no hay precedentes en la humanidad y satisfacéis vuestros deseos con los hombres en vez de las mujeres; en verdad sois unos desvergonzados. 


También encontramos la misma historia más adelante (Corán 26:160-175)

Cuando su hermano Lot les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá? Tenéis en mí a un enviado digno de confianza.¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. ¿Os llegáis a los varones, de las criaturas, Y descuidáis a vuestras esposas, que vuestro Señor ha creado para vosotros? Sí, sois gente que viola la ley». Dijeron: «Si no paras, Lot, serás, ciertamente, expulsado». Dijo: «Detesto vuestra conducta. ¡Señor! ¡Sálvanos, a mí y a mi familia, de lo que hacen!» Y les salvamos, a él y a su familia, a todos, Salvo a una vieja entre los que se rezagaron. Luego, aniquilamos a los demás. E hicimos llover sobre ellos una lluvia. ¡Lluvia fatal para los que habían sido advertidos! Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.¡En verdad tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso! 

Aunque el Corán es el texto principal del Islam, hay un conjunto de sentencias, parábolas y frases que se atribuyen a Mahoma, que contienen algunas declaraciones en contra de la homosexualidad, precisamente refiriéndose a Lot.

“condenado por Dios es aquel que hace lo que la gente de Lot”. “Ningún hombre debe mirar las partes privadas de otro hombre, y ninguna mujer debe mirar las partes privadas de otra mujer, y dos hombres no deben dormir en la misma cama bajo una misma manta”. 

También se atribuye a Mahoma la siguiente sentencia, dentro del relato de despedida del profeta: 

"Aquél que mantenga relaciones sexuales con una mujer y penetre su ano, o con un hombre o un chico, aparecerá el último día oliendo peor que un cadáver, la gente lo encontrará insoportable hasta que entre en el fuego del infierno, y Dios anulará todas sus buenas obras”.

Actualmente, sin embargo, lo que hace más daño a los homosexualidad que viven en plenitud el Islam no son las interpretaciones de estas sentencias o relatos, sino el poder de la ley islámica o sharia, que aún es vigente en bastantes países, como ley civil y penal. En la jurisprudencia se recogen frases como la siguiente:

El crimen de homosexualidad es uno de los más grandes crímenes, el peor del pecado y la más abominable de las acciones, y Alá castigó aquellos que lo cometieron de una forma en que no castigó otras naciones. Es indicativo de violación de la fitrah, una total mala orientación, débil intelecto y falta de compromiso religioso, y es una señal de ruina y de privación de la misericordia de Alá. 

La sharia pues, condena a muerte al que practica la homosexualidad, y esto es según las interpretaciones, porque los seguidores de Mahoma se pusieron de acuerdo en la ejecución de un homosexual. Según Al Tirmidhi, Abu Dawood e Ibn Maajah, Mahoma dijo

“A cualquiera que encuentren haciendo el acto de la gente de Lot, ejecuten a quien lo hace, y quien se le hace” 

 Los Sajaba, que eran los compañeros de Mahoma, estuvieron de acuerdo con la ejecución de los homosexuales, pero no se pusieron de acuerdo cual era el mejor de los castigos. Unos decían que debían quemarse a las brasas, como Ali y Abu Bakr. Otros decían que debían ser lanzados desde un precipicio y después apedreados, como apuntaba Ibn Abbas. La lapidación pues, también formaba parte de los planes.

 También concluyeron que debían ser asesinados, fueran solteros o casados. Algunos de ellos dijeron que habían de ser castigados como los adúlteros, apedreados si estaban casados, o azotados si no lo estaban. Otros dijeron que debía ser un castigo muy severo. Finalmente Ibn al-Qayyim propuso que tenía que ser uno de los castigos más severos del mundo, porque las consecuencias de la homosexualidad eran las peores del mundo.

 En una versión del texto de Ibn Abbass se explica que, para matar bien al homosexual, debían tirarle una pared encima hasta que tuviera suficiente. Y los dos homosexuales pillados in fragante debían ser atados encima del lugar más apestoso del mundo hasta que murieran. Según ellos, el paciente era igual que el activo, porque ambos participaban del pecado, y ambos debían ser ejecutados. Según la sharia, sin embargo, hay dos excepciones. La primera cuando uno era forzado a la sodomía con golpes, amenazas de muerte y cosas por estilo, con que quedaría libre. También si el que resulta pasivo es menor de edad y no llegó a la pubertad no hay condena, pero debe ser disciplinado y castigado de una forma que le impida cometer de nuevo este crimen. Tampoco serán condenados los que están locos. 

Con esta ley en la mano, más de 4000 homosexuales han sido ejecutados, solamente en Irán, los últimos 30 años. En Arabia Saudí, los Emirates Árabes Unidos, el Yemen, e Irán, la homosexualidad es castigada con pena de muerte, y en setenta y siete países más, es condenada con varias penas. Cabe recordar a estos legisladores radicales los fragmentos de las Mil y Una Noches, el libro de cabecera de tantos millones de árabes, ilustrados desde la Edad Media, cuando dice:

 “me parece ¡oh jeque!, que eres de los que prefieren los jovenzuelos a las mujeres". Mi amigo sonrió, y dijo: "¡Así es!" Ella preguntó: "¿Y por qué? ¡oh jeque!" [...] "me concederás, ¡oh mi señora! que nada en la mujer puede compararse a las perfecciones de un joven hermoso, a su talle flexible, a la finura de sus miembros, al conjunto de colores tiernos que hay en sus mejillas, a la gentileza de su sonrisa y al encanto de su voz. Por cierto que para ponernos en guardia contra una cosa tan evidente, nos dice el propio Profeta: ¡No prolonguéis vuestras miradas sobre los mozuelos sin barba, porque tienen ojos más tentadores que los de las huríes!” 

 Pero el jeque, él que era el enviado de Dios a la tierra para gobernarla i guiarla, caía en la tentación.